martes, 20 de enero de 2009

Chicken criollo.

martes, 20 de enero de 2009
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Me pareció de una enorme justicia poetica el entrar a Belice y que no pudiesemos ver mas alla de los montes mas cercanos a la carretera. Despues de una larga noche desde Chetumal, y durmiendo a ratos intermitentes, llegabamos a a la forntera con Belice. No habia manera posible de ver que habia mas alla de los primeros tres metros del desfiladero aledaño a la carretera y mucho menos en la punta de los montes que rodeaban el otro flanco de la carretera. El camion iba practicamente vacio a excepecion de una pareja de un gringo y una uruguaya que trabajaban en playa del carmen como instructores de buceo en un resort e iban al Blue Hole a bucear. Por lo menos este era su plan. Los agentes de migracion de Mexico se encargaron de este cambio.

El camion se detuvo en la frontera y el chalan del conductor, quien habia decidido que como nosotros cuatro eramos gueros esto era prueba fehaciente de que teniamos algun severo retraso mental y una completa inhabilidad para cargar nuestro propio peso, se nos acerco y en un español (hibridizado con una pizca de spanglish) marcado y forzado, a proposito, nos dijo con grandes ademanes y señas amplias y notorias, "Us-teee-des, iu, bajar, daun, iiir a o-fi-ci-na, bil-din' grei, paspor, paspor! gib paspor!". Y en parte el chalan tenia algo de razon, pues supongo que la cara que puse ante la incomprensible sarta de pendejadas que el decia lo forzo a tomarme de la mano, justificar su cirterio sobre mi y jalarme a regañadientas (rei-ga-nia-den-tás) a la oficina. Peleaba por soltarme del tipo, le decia que yo podia solo y que no jodiera y para cuando lo trataba de detener ya estaba fuera del camion y frente a las oficinas de migración. "Gou, gou" me decia, dandome una palmadita paternal en la espalda... podria haberle recitado las leyes migratorias mexicanas en perfecto español y el tipo aun habria estado convencido de que:

1. Yo no sabia que hacer en una frontera.

2. Yo no podia hablar español.

3. Yo tenia un severo retraso mental.

Tres puntos irrefutables al parecer. Hicimos todas las formalidades migratorias y salí yo, salió Irina, salió el Gringo y salió... y la Uruguaya? Le cayo todo el brazo tonto de la ley! Pareciera que a las seis y media de la mañana, las cartas diplomaticas se revierten a un estado de inutibilidad total. Segun el agente migratorio de Mexico, la Uruguaya estaba de ilegal en Mexico y sus documentos eran falsos pues ella no tenia ningun tarjeton de FM2... Solamente tenia documentos oficiales sellados por la embajada Uruguaya y el gobierno mexicano... pero ningun tarjeton FM2... que estaba en tramite... y asi lo decian los documentos estampados... por ambos gobiernos pertinentes... Para cuando pudimos darnos cuenta de todo esto, ya estabamos de regreso en el camion, dirigiendonos a Orange Walk. Irina y yo. Solos. 2 abajo, quedan 2 mas.

Todo Belize esta sofocandose en una inmensa pobreza, pero aun obstante mantiene una moneda mas fuerte que el peso mexicano, 2 dolares belizeños por 1 dolar americano. Como logra esto? Siendo la mascota preferida de la Reina de Inglaterra, asi es como. Volteaba a ver el camion, el paisaje, las casas de madera podrida y el campo Belizeño, no lo podia creer. De las entradas de las casas de madera podrida, pintadas de colores pasteles, se sentaban ancianos y niños en mecedoras, a metro y medio de altura, pues todas las casas se construyen sobre zancos dadas las constantes indundaciones. Niños y ancianos, placidamente viendo mi camioncito pasar, mientras yo me espantaba ante la realidad de la pinche moneda mexicana. Me decidí a ofrecerle a la Reina de Inglaterra mi pais como una muestra de cariño, a ver si asi por lo menos nos financia una moneda mas fuerte. Y lo hare, tan pronto sea presidente de Mexico. Asi es! Viva el Anglo-Mexican Commonwealth! Vamos Bien!


Llegando a Orange Walk buscamos a alguien que pudiese llevarnos en su lancha a las ruinas mayas de Lamanai y una vez encontrado el lanchero, nos fuimos al hotel mas barato que pudimos encontrar, un hotelito japones donde se nos acomodó (incomodamente) en una celda de concreto sin baño con un traga luz a manera de ventana. Pero no importaba, estabamos tan cansados que recibimos con gran alegria la cama de resortes rotos que se apoyaba sobre el suelo en el centro de nuestra celdita. Era nuestra celda, nuestra pequeña posilga, y nadie podia encontrar mas felicidad en esta que nosotros dos, anciosos por descansar aun que sea una o dos horas antes de salir con rumbo a las ruinas de Lamanai.


Los asiaticos tienen ese toque especial para lograr establecer tiendas y hoteles por todo centro america que brillan con esa cualidad de completa y vasta suciedad. No es ese tipo de changarrito de tacos de suciedad donde uno dice, "y bien, comamos pues", no... mas bien es ese tipo de suciedad donde uno se la piensa dos veces antes de apoyar su mano contra la pared. Pero teniamos donde quedarnos, encontramos un pequeño paraiso terrenal barato en una vastedad de precios altos y exagerados. Y yo comenzaba a entrenarme en las artes de corredor de apuestas en peleas de coliseo de cucarachas y ratones.


Irina logró dormir un poco y yo, que no podia dormir, me bañe, fumé y platiqué con los lancheros que nos podrian llevar en lancha hasta Lamanai. Eran todos hermanos, cinco, ya mayores, que habian prestado sus lanchas años atras a los primeros antropologos y arqueologos que habian llegado a investigar las ruinas mayas de Lamanai. El que nos llevaria estaba orgullosisimo no solamente de esto, sino tambien de la nueva carpa que tenia la lancha. De vez en vez el le asistia como arqueologo amateur a los arquologos americanos que llegaban a seguir excavando Lamanai. "Y sabes, no es solou la emou-sioun de des-coobriir nuebas cou-sas, es el re-des-coobriir mis raises, son nooestrous padres, nooestra sangre... Io soi la sangre de Lamanai."


Orange Walk es tan pequeño que uno puede recorrer el pueblo en cuestion de minutos, y esto que es una de las ciudades importantes. Pasaron las horas y nos metimos a la lancha. La zona arqueologica esta retirada y es inaccesible por carretera. En el camino pasamos por comunidades Menonitas, la espina dorsal de la economia Beliceña.


Recorrimos todo el sitio, platicamos con las tarantulas (que abundaban) y nos espantamos al darnos cuenta que de las 30 personas que estaban visitando la zona arqueologica, 29 eran alemanes... yo era el unico mexicano... no... yo era el unico no aleman. Nos invadian! Yo lo sabia! Niños del Brazil! Niños del Brazil! No solamente eso, sino que ademas yo dormia con una alemana todas las noches! Lo sabia! Se estan reapoderando del mundo! Niños del Brazil! Ach! En realidad no solo fue en Lamanai la invasion germana, fue en todo Belice. No conocimos a un solo mexicano, o en su caso, a una sola persona que no fuera Alemana o Beliceña... y no puedes culpar a los Belizeños por aparecer por todas partes pues ellos viven ahi.


Al final del dia Lamanai nos dejo con un buen sabor de boca, pero nada especial en realidad. Lo mas especial, como tal, fue la increible vista de la jungla Belizeña desde la cima de la piramide principal. Despejado, vasto y verde. De regreso hacia Orange Walk podiamos ver toda clase de flora y fauna en el rio, inmensos manglares que parecian no tener fin en su vastedad. Fue tal mi fortuna, que inclusive me enamore de Ak-mook, una bella y exotica negra de las junglas Belizeñas... Oh Ak-mook... Yo le daba mi platano y ella hacia todo en su poder por jalarme y tumbarme al agua. Era amor les digo. Amor!


Orange Walk como tal no es gran cosa. La gente es amable y las casas de los politicos que decidieron construir sus casas en la zona aledaña irradian corrupción politica en cada una de sus cuatro esquinas. De noche prendimos un televisor que tenian los japoneses, todos los canales eran gringos, transmisiones directas de estaciones de Florida. Los canales Belizeños tenian programas refritos gringos y lo que es peor, nadie conoce al Chavo del Ocho! Que pasa? Pero tienen el mejor acento en español del mundo. Ver a la señora que da las noticias en el noticiero de las ocho es toda una experiencia. Uno debe de morderse los cachetes para no reir al escuchar el acento que suena exactamente igual a un retirado gringo recien llegado a San Miguel de Allende que domina la gramatica, mas no el acento. "I eista nouchei, en noutisias ouchou..."

Belize es pequeño y es muy facil para moverse de un lado a otro. Todo el sistema publico, como en la mayoria de Centro America, se sustenta en viejos autobusues Blue Bird gringos que utilizaba el sistema educativo Americano en los setentas. Los primeros segundos es desconcertante ver que todos los buses van a "School Bus", pero esto no es asi. No hay tal pueblo. Lo busqué en los mapas. School Bus, Belize, no es un pueblo, no existe. Luego uno se acostumbra y no mas escucha al chalan del conductor que asoma cabeza, cuerpo y alma por la puerta gritando el destino. Y ahi, rugiendo a 80 kilomentros por hora, un bus escolar gringo, pintado con los colores mas salvajes posibles. Parecen buses escolares en Spring Break, buses a la carnaval.


Despues de acabarnos Orange Walk y su gente, nos fuimos hacia Belize City. Belize City es una inmensa jungla de casas de carton y madera podridas azotadas constantemente por inundaciones y la ineficiencia del gobierno que en turno tiene mansiones neoclasicas gigantes de concreto a orillas de los rios Belizeños. Caminando por las calles escuchabamos la musica rugir de las casas de capitalinos; Reggaeton y Pat Boone se mezclaban con el rechinido de los claxons de una flotilla multidinaria de taxis piratas que recorren a 120 kilometros por hora las calles de lodo y pedazera de asfalto. Crimen, suciedad y el eterno olor de agua estancada en estado de putrefaccion nos convencieron de mejor movernos a Caye Caulker.


El ferry (Catamaran adaptado) a Caye Caulker iba lleno de Belizeños, turistas (alemanes...) y un sin fin de cajas de frutas y verduras. Platano, Papa, Platano Macho, Manzana, Maracuya, Arroz y por todo a nuestro alrededor isla tras isla paradisiaca quedaba tras el ferry. El mar era tornasol, uno podia contar cada uno de los colores que emanaban del mar Caribeño, una gama infinita de azules y verdes y morados y verdes y azules y azules. Una hora de esto y despues, Reggae Town! Caye Caulker esta lleno de Rastafarians y Reggae sonando a diestra y siniestra. Nos ubicamos en un hotelito y para nuestro deleite este hotel era de unos japoneses tambien. Welcome suciedad! Los caminos de tierra y los precios exorbitantes, y todo envuelto en un magico estereotipo de la isla Caribeña paradisiaca... con la publicidad mas ejemplaria.


Pasamos los dias nadando en agua caribeña y las tardes tomando rum juice, el agua loca del caribe. Yo me habia convencido de que mi mision en esta vida era dominar los clavados desde la plataforma de 10 metros de madera podrida (acaso hay madera de construccion que no este podrida en esta pais?) que estaba en una punta de la isla, justo frente al mas majuestoso bar Rasta que he visto en mi vida, el Lazy Lizard. La isla, tras un huracan años antes, habia sido dividida en dos. De un lado estaba la zona habitada y del otro lado una enorem reserva a la cual se podia llegar nadando, esto si podias soportar la corriente de agua que separaba a la isla en dos. Del Lazy Lizard, y mi plataforma de lanzamiento, podias ver el lado de la reserva y zambullirte a la fuerte corriente. Al costado, el antiguo muelle de concreto que recorria la isla cuando estaba entera, ahora estaba resquebrajado y seccionado en caoticos segmentos abandonados. Era hermoso. De aqui, decenas de jovenes me veian a mi y mis clavados. Primer salto! Nada, me fui de nalgas y al salir escuche la burla de unos Rastas y el largo y doloroso 'Buuu' de mi publico del muelle. Sgundo, tercero, cuarto! Nada. Risas y Buuus. Quinto? Claro que si! Quinto! Un increible salto de gran altura, en el punto mas alto del salto me doblé sobre mi estomago, me posicione como clavadista olimpico y logre una gloriosa entrada a la corriente. Gritos! Porras! Risas aprobatorias! Y en medio de esto, Irina jalando al publico del muelle en un rugido de aplausos. Mi publico me aclamaba! Me amaban! Esto siguio hasta el anochecer.


En la isla nos reencontramos con unas hermanas Alemanas (de donde mas?) y un gringo loco que queria comprar un departamento en Honduras. El gringo tenia el aspecto de Howard Hughes en sus años de completo y pleno declive, no solo fisicamente, su mirada vomitaba una profunda y agradable locura. Nos hicimos amigos en dos segundos.


Nos contaba, entre chiste negro y chiste negro, de como perdió sus dedos del pie derecho por enfermedades que lo mantuvieron seis años en coma y amarrado a una cama. Su hija, que en su cuarto matrimonio, le regalaba otro nieto. La inverosimilmente infinita lista de medicamentos que tomaba (no todos prescritos). Sus años en Vietnam. Todo. Dolores. Risas. Penas. Consejos de Vida. Todo! Y lo unico que el buscaba en esta isla, mas que paz, mas que relajacion, mas que cualquier otra cosa, era simple y sencillamente una bolsa de mota. Solo por esto tuvo que hacer una parada en esta isla en especifico antes de llegar a Honduras. Era Dennis, el gran patriota Americano.


Una pareja de lesbianas que conocimos en la isla no parecian compartir mis sentimientos con respecto a Dennis. Lo veian con desconfianza y desidia. En vez de compartir su tiempo con Dennis, nos invitaron a pasar una tarde al lado de una increiblemente agradable pareja de gringos retirados para ver el atardecer desde su playa privada. Fue, y es, probablemente el atardecer mas hermoso que hemos visto. Todo el rato nos contaban los gringos retirados sobre su hobby de mas de treinta años: volar papalotes. Nos explicaron las distintas tecnicas y materiales utilizados en la construccion y uso de papalotes. Polimeros nuevos, polimeros viejos, materiales reciclados, maderas y vidrios. Habian estado en China, Nepal, Tibet, Tahiti, Holanda, Estados Unidos, Mexico, Argentina, por todo el mundo mostrando sus hazañas papaloteras. Si llegaban a China regalaban cientos de papalotes a niños chinos, en Mexico dieron una exhibicion de papalotes al lado de papalotes Nahuatl en Teotihuacan y en Tahiti construyeron papalotes de exhibicion para los kite surfers. Ahora estaban en Caye Caulker absorbiendo sol y sus atardeceres, anciosos de regresar a Seattle para su proximo peregrinaje papalotero.


Rastas, Locos, Lesbianas y Ron y Caribe y clavados y muelles y reservas y arena, de todo esto nos tuvimos que despedir para seguir con rumbo a San Ignacio. Llegamos una vez mas a tierra firme y tomamos un aventon que nos dejara en San Ignacio, a un paso entre Guatemala y el ultimo sitio arqueologico que queriamos visitar en Belice, Cahal Pech. Nada grande, nada ostentoso, pero es en sus detalles que uno puede perder un dia entero.


En San Ignacio comimos en un pequeño cafe comedor llamado "Pop's", un cafe al mas puro e inmejorable estilo de cafes americanos de los cincuentas. Esto no se debia tanto a que los dueños quisieran hacer un establecimiento boutique vintage, no, mas bien era por necesidad, pues todo lo que tenian en el cafe era de epoca a falta de dinero para mejorar el establecimiento. A mi y a Irina no nos importaba, el lugar era una maquina de tiempo con la comida mas espantosamente deliciosa. Buddy Holly y Charles Parker sonaban de las bocinas que estaban desestrategicamente colocadas en la cocina mientras turistas y locales compartian el mismo espacio comiendo.


San Ignacio ya es practicamente la selva del Peten, y la topografia de la region se comporta como tal. Desde la loma mas alta de San Ignacio podiamos divisar, ahi, a lo lejitos, Guatemala. Pero al girar a nuestra espalda, podiamos ver la mortal subida que nos debia llevar hasta Cahal Pech. Y ante esta realidad no hubo mas que amarrarse bien el cinturon, atarse fuerte las agujetas y caminar una subida que no perdonaba y castigaba con cada paso que dabamos. Habia tanta piedra y tierra en el camino (alguna vez tuvo asfalto?) que por cada paso que dabamos, retrocediamos un paso y medio. Por fin, por fin! A medio camino un gringo en su pick up cuatro por cuatro nos ofrecio un aventon y despues la subida ya no parecia estar tan mal o ser tan pesada. Bastante agradable diria yo. Cuestion de perspectivas supongo.

Al llegar al sitio yo solo tenia una palabra en mi cabeza que se seguia repitiendo una tras otra vez: baño, baño, baño, baño... Me dedique, dedicadamente, quince minutos a mis labores diurnas en el baño, al salir Irina platicaba con un enorme negro con una pañoleta americana en su cuello. Dean, un criollo Beliceño, con un enorme corazon relataba apasionadamente sobre el sitio. De vez en vez el visitaba las ruinas y se ofrecia de voluntario para cuidar el sitio de las garras destructoras de muchos de los turistas que llegaban a este. Cada año, cuando llegaban los arqueologos americanos para seguir investigando y excavando la zona, el trabajaba para ellos como guia y arqueologo amateur.

Dean nos acompaño a recorrer el sitio, explicandonos, centimetro a centimetro, todo lo visto por ver en el sitio. Los ultimos encuentros y hallazgos se nos fue relatados con la mas minuciosa atencion a detalle y narracion. Esta era la pasion de Dean. Subimos el templo mas alto de Cahal Pech, podiamos ver todo San Ignacio, todo el Peten, y a lo lejos, sobre un monte verde, el templo de algun sitio menor ubicado en el Peten Guatemalteco. Dean conto sobre su hijo y esposa que vivian en Estados Unidos, "Pero sabes," nos decia, "no quiero ir a vivir con ellos, mi esposa me ofreció dinero para ir a vivir con ella y mi hijo, pero no puedo, este es mi pais, esta es mi raiz, ya no podria hablar criollo". Dean seguia apuntando a su pañoleta de la bandera Americana. "No me gusta alla, no puedes ser tu mismo, a mi me gusta tener amigos criollos, negros, indios y blancos... alla no se puede, te encierran con tu raza quieras o no y no puedes hacer nada al respecto... alla es demasiado, no seria nada, aqui yo soy Dean! Soy Dean, el negro criollo de Cahal Pech, que investiga y excava ruinas mayas con arqueologos de universidades americanas, me gusta mi vida aqui, para que quiero mas? soy muy feliz, aun que me duela tener a mi hijo lejos de mi."


Dean bajó el templo con nosotros y caminó con nosotros hacia San Ignacio, deteniendose en un tramo para regresar a las ruinas. Nos despedimos con enormes abrazos criollos y dejamos para la memoria al negro criollo de Cahal Pech. El proximo dia tomamos un bus que nos dejaria en la frontera... esto si no fuera por los sindicatos Beliceños. Los sindicatos en este pais son fuertisimos. Es asi como el sindicato de turismo etiqueta sus "tour packages" con precios ridiculamente exhorbitantes, los sindicatos de fruteros y verduleros no permiten que el campesino normal venda directamente sus productos y que el sindicato de taxistas obliga al sindicato de buseros que dejen a todos los pasajeros tres kilometros antes de la frontera con Guatemala, para que asi el pasajero se vea obligado a contratar un taxi de cinco dolares a la frontera. nadia te da aventon por medio a aforntarse con los taxistas y caminar los tres kilometros es imposible dado que lso taxistas te bloquean el camina y te obligan (literlamente) a subirse a sus taxis... y cobrarte. Asi que un bus y un taxi despues estabamos en la frontera.

Adios cerveza Belikin, adios criollos, adios rum punch, adios Rasta, adios caribe, adios indigenas lindos y amables, adios japoneses, adious, adeous. Tramitamos el paso fronterizo rodeados de un enjambre hostigante de taxistas y guias turisticos que querian llevarnos a donde ellos creian pertinente llevarnos, "Ochenta dollars! Jondred dollar! Jau moch iu sei!?". Gritos y atosigantes ofertas por todas partes. Cruzamos y despues de un gran juego de paciencia encontramos el aventon que nos llevaria hasta Tikal, hasta la mera entrada de Tikal! Y lo que nos llevaria seria una descuartizada pedazera de lo que alguna vez fue un auto nuevo, conducido por un tipo que parecia tener 15 años. Antes de dejarnos entrar al coche volteo a verme a los ojos, "Uuuuy no... apurense por que aqui si matan gente." Me lami los bigotes de la emoción... esto si que era transporte. Vamos Bien!


Aviso:
Ya estan repartidas las ultimas medallas de la Orden Berguina, ya se otrogaron las primeras dos condecoraciones de la prestigiosa medalla de la Divina Garza Envuelta en Huevos.}

Segundo Aviso: Mas dieta bibliografica, amenizada para su digestion.

Mamá: Hoy no dormí con mis pijamas puestos.

6 comentarios:

hippie dijo...

que chido weroooo
escribe más!!! un beso!!!!

cvillalpando dijo...

so... sigues vivo o que pedo??
extraño mi semanario!

hippie dijo...

Oye y ya nunca vas a volver a escribir? o te uniste a las farc o que?
hola villa!

hippie dijo...

Feliz cumpleaños!

Bubu Romo dijo...

Feliz cumpleañotes!!! Desde el otro lado del mundo... o no sé jejeje Estoy en Barcelona con el Témoc.

Te mando un abrazo muy grande mi hermano, que sigas pasándotela muy chingón... ahora tenemos un juego muy chido en la banderola... se llama "¿Dónde está y que está haciendo el amarillo?" dado que no tenemos ni idea de donde estás han salido ideas muy interesantes.

Te mando un abrazo cumpleañero muy fuerte, ya nos veremos para darnos en vivo... jejeje

haydee dijo...

Q increible!!! y con tu narración conocimos el caribe en tonalidades "amarillas". Aah y q fue tu cunple, pues... mmm tarde...bastante tarde... pero... MUCHÍSIMAS FELICIDADES!!! Un fuerte fuerte abrazo a ti y a Irinia. Saludos!
xsupuesto esperamos más eh? q todo te siga increible.